1era y única parte
Siempre pensó que era una lumbrera en esos temas
y se reÃa de nosotros los pobres ignorantes del montón.
Un dÃa se dió cuenta de que su trono y su cetro de
sabidurÃa lo compartÃa con un ciento más,
alineados como espejos, empatados en color.
Con sus cabezas levantadas mirando hacia arriba,
sin mirar a los lados o hacia atrás
ya que no querÃan ser iguales a alguien más.
Ignorantes del montón .. no-ignorantes del montón,
no tirarÃan más piedras en sus casas de vidrio
si miraran el espejo y se dieran cuenta quienes son.
William Tasso – Multitud (1979)