un perro aúlla su pata menos
marcada por un honda que no frena
y algún borracho se desploma de repente
en bajos de cuesta de moras.
las cervezas y la pizza más arriba,
poco disimulan la amargura;
la loca hiperactividad inherente
en ella, cortos 13 años y largos viajes en piedra.
tantas vidas en una ruta.
mi vida viajando en ella.
Jen entiendo tu punto y lo comparto, aprovecho para pedir disculpas sinceras por ello, no por que fuera mi intensión; por que no lo fue; pero sà por que entiendo que se entendio asÃ, no lo note, no tuve cuidado y cometà el error. Disculpas publicas, sinceras y atrasadas. Gracias por señalar el error.
Sobre el post, tus metáforas son precisas para el tema que escribes, sin duda muchas rutas de vida, en una decadencia compartida.
cómo se ven las vidas desperdiciadas pasar frente a nuestros ojos, y mientras tanto uno se pregunta si la propia no es se desperdicia también???
toda esa imagen, reflejada ahora en los charcos. Saludos.
Tuve esa ruta durante algunos años, los universitarios, luego la cambie por la de Escalante….y las imágenes no variaron mucho. Sin embargo,éstas tenÃan más amones, santasteresitas y banderas….
Es la vida que se nos pone enfrente, desnuda, para que la veamos.
Excelente post. Sólo usted es capaz de convertir la MIERDA que es viajar en bus en tan hermosa sinfonÃa poética como lo hizo.
Cuesta de moras. No tomo la ruta de SJ-Carmiol, pero por ahà mismito tomo el de Sabanilla. Igual, todos nos enfrentamos a lo mismo cuando nos subimos a esos buses:
Humanidad concentrada. Ventanillas cerradas a las 7 de la mañana con un gran sol burlón mirándonos por la ventanilla. Falta de espacio para quitarse el suéter que por idiotas nos ponemos aun sabiendo lo que pasará dentro del bus. Hedor a piel humana bañada en jaboncito mierda de 100 pesos comprado en san josé, gel barato, perfume original marca Benedón aplicado en cantidades industriales, el hermoso aroma a pollo de bombillo que ocasionalmente toma el mismo bus que nosotros, sudor metálico que se pega en tu mano al agarrar la barra, cuero de asientos apestosos de grasa de miles de gordos que han puesto ahà sus posaderas, y otro desfile interminable de olores que no soy capaz de invocar por falta de imaginación.
A eso se le añade la presa matutina que aporta sustancialmente a nuestro excelente humor mañanero. El chofer del autobús grita que no esperemos a que nos corran, que nos corramos, y hacia el fondo vamos cual sardinas humanas para dejar paso a 53.5 personas más aunque el bus va lleno. Y porqué el hijueputa bus anterior a este en que estoy montado no se detuvo en la parada, si iba vacÃo? Conspiración divina contra los simples mortales que debemos tomar esta asquerosa vÃa de transporte. Quiero ser Dios de nuevo (ver mi blog).
No deja de romperme el corazón la hermosura con que Jen tan divinamente pinta todo el cuadro de viajar en bus en 11 concisas lÃneas. Alabada sea.
Parece que no soy el único que ve estas cosas, me pellizco todos los dÃas pensando que estaba soñando, y estoy a punto de tirar la toalla, pq este bus se va pal hueco.
Como que todos andamos por la misma ruta, o al menos evitar el paisaje no es opción. Me gustó mucho.
waaaaaaaaaaaaaaa
pasaba a saludaaaaaaaar
amorexia ~ no tiene porqué disculparse. yo no soy la dueña de internet!
carlos ~ muchas veces me lo he preguntado yo.
malasombra ~ se disfruta brincar sobre los charcos.
jaqui ~ tan bonito amón 🙂
julia ~ sà y provoca toda clase de reacciones esa desnudez.
pitufina ~ aww muchas gracias :_)
manuch ~ creo que el problema es ver más de la cuenta..
kasiopea ~ casi imposible obviar el paisaje.
lms ~ pequeño lorenzo!!! hola!!